sábado, 28 de mayo de 2011

Primera respuesta a Carlos González

En respuesta a Carlos González Martínez (ver su blog):

Carlos González: He leído con atención tu primer articulo y seguiré con el siguiente que aquçí apuntas como pendiente pero que parece que ya ha salido a día de hoy sobre el (supuesto) “ocaso” del movimiento 15-M. Estoy muy de acuerdo en la importancia que subrayas del modus operandi de estos grupos que utilizan las redes sociales de internet con maestría para expresar descontentos, hacer propuestas, convocar acciones… Pero discrepo ampliamente de varias opiniones tuyas. Yo mismo participo en el movimiento. Soy licenciado en filosofía, profesor de secundaria durante 25 años, realizando un máster de pensamiento contemporáneo actualmente y con experiencia de varios años como militante en algunos movimientos sociales. Cuando hablas de “radicalización” del movimiento parece que estés mentando al diablo. Te recuerdo que radicalización viene de “raíz” y que de algún modo “ser radical” es ir a la raíz de las cosas cuando se analizan las causas y se proponen remedios a males tan grandes como la actual crisis, que es, ante todo (también discrepo en eso contig) política y no sólo económica.Las mismas propuestas del movimeinto al nacer las manifestaciones de Democracia Real Ya (principal grupo que conformó la matriz de base plural y sin siglas del 15M) eran ya bastante “radicales”: pues pedir la reforma de la Ley electoral en este contexto de bipartidismo aplastante es radical, pues va a una de las raíces (con las que estás de acuerdo) del problema. Y es radical pedir la independencia real del poder judicial en un país cuya alta magistratura está demostrando parcialidad en muchos asuntos trascendentales (no digo en todos) y a ojos de la opinión internacional que lo ha criticado abiertamente desde muchos foros (el caso de los procesos al juez Garzón sería el más visible, pero no menos la dilación de los procesos contra la trama Gürtel, etc.). pienso sinceramente que te equivocas con el tema de lo radical: en Islandia (país muy europeo, que yo sepa) el movimiento ciudadano ha conseguido cambiar gobierno para legislar y castigar a los culpables de la crisis financiera y llevar a cabo medidas de nacionalización de al menos parte de la banca. Pedir eso es estar en la estela de medidas radicales, sí, porque van a la raíz del actual problema, pero no porque huelan a los demonios que pareces ver en los tonos anarquistas o libertarios de algunas propuestas utópicas y algunas ingenuas (no todo lo utópico es ingenuo), como pareces expresar con tufillo beato cuando escribes “radicales”. Te invito a pasarte por el forum de Attac, esa grupo de intelectuales, economistas y politólogos muchos de ellos, y verás cómo las reivindicaciones que ahora mismo están siendo avaladas por la mayoría de los grupos del 15M tienen su fundamento en los analísis y prospectivas de este grupo. Y verás cómo, desde la perspectiva de Attac (como desde la perspectiva de un libro ta señalado ahora en este mayo español como “Reacciona”, la crisis, siendo duramente económica como está siendo, es radicalmente política, pues decisiones políticas son las que están a la base de que la banca se haya salido con la suya en una crisis que ella provocó (ella y su ideología y el modus operandi neoliberal que la carcateriza), haya sido salvada con el dinero público y siga teniendo ganancias millonarias sin que la ciudadanía vea en absoluto la devolución de esa salvación en créditos y rebaja de productos financieros para alentar empresas, trabajos y economías. No, la crisis no es sólo económica, sino sobre todo política. Y el 15M lo sabe, lo tiene bien presente que no es sólo “pan” lo que les mueve, con todo lo necesario que es tener que comer todos los días. Pan, sí, pero también dignidad democrática, libertad e igualdad de oportunidades, así como unos medis de comunicación no alienantes y que informen de verdad sin dedicarse a hacer espectadores pasivos y creyentes en la supuesta (y falsa) inevitabilidad del bipartidismo triunfante. Para que la democracia sea más participativa, más real, que creo que en ese objetivo comulgamos, hay que ir a ciertas raíces y no andarse por las ramas. Y en eso, el 15M ha nacido con los pies bien anclados en la tierra, aunque mirando más allá del plano y chato horizonte neoliberal que se nos intenta vender como lo Único y lo Definitivo. El sistema capitalista, tal como ha nacido en el XIX y se ha desarrllado en el XX, tiene grietas por todos lados. Su caída, tarde o temprano, está más que clara a poco que analicemos los recursos energéticos del planeta, la situación de barbarie ecológica y humana mundial y las pobres (y malas, por falsas si no cínicas) soluciones que ofrecen los partidos mayoritarios sumisos al poder económico y su ideología neoliberal. Qué menos que cambiar ciertos puntos radicales de nuestro sistema democrático, tan débil ya de nacimiento, tan dañado, tan corrompido, para que podamos salir de la crisis y no sólo con pan y circo, sino más dignos y de verdad ciudadanos libres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.